Asegúrate de tener un plan antes de ir a la piscina. Planifica y organiza que vas a realizar durante tu sesión de entrenamiento y evita tener nados largos y continuos ya que este tipo de entrenamiento puede ser sumamente valioso para triatletas o nadadores de aguas abiertas pero no te ayudará en nada si eres principiante y necesitas especialmente mejorar tu técnica.
1. Utiliza la respiración como punto de partida
Contener la respiración bajo el agua es un error común que hace que nadar sea más difícil. Si haces esto, te sentirás tenso y además, el aire de tus pulmones sumará una gran cantidad de flotabilidad en el pecho así que tus piernas se hundirán.
Cuando tu cabeza esté a punto de entrar al agua exhala libremente, así eliminaras toda tensión de tu cuerpo y hará que sea más fácil inhalar cuando gires la cabeza para respirar. Un buen patrón de respiración debe ser el primer punto de trabajo si eres un nadador novato.
Controlar la respiración te hará sentir más relajado en el agua. Será un reto mantener la respiración bajo control
2. Analiza tu rendimiento en el agua
Pregunta a tu entrenador o compañero de natación si es posible que grabe tu rendimiento en el agua. Al ver tu desempeño en el agua podrás percibir aquellas cosas que no estás haciendo bien y no tenías idea, así que grabar tu rutina de natación puede ser de gran ayuda para percibir tus debilidades y trabajar en ellas antes de que se conviertan en un mal hábito.
3. Utiliza aletas para tu entrenamiento
Las aletas son herramientas perfectas tanto para tu entrenamiento como para el desarrollo de la condición física. Te ayudarán a conseguir la propulsión adicional necesaria con el fin de ser capaz de centrarte en otros aspectos más importantes de la natación. El uso de aletas te ayudará a poner toda tu atención en la técnica o en los ejercicios y como beneficio adicional, te ayudarán a aumentar la flexibilidad de tus tobillos.pero sin duda, esto ayudara a desarrollar más tu estilo de natación.
4. Sé paciente
Mejorar la técnica de natación se trata principalmente de cambiar malos hábitos, esto tomará algo de tiempo antes de que sientas alguna mejoría. Sé paciente, continúa realizando tu entrenamiento con constancia, disfruta el recorrido y entiende que poco a poco el cambio de hábitos se sentirá natural en tu cuerpo.
5. Debes ser constante con tu entrenamiento
Tendrás que pasar mucho tiempo en el agua si realmente deseas lograr cambios duraderos. Es mejor estar en la piscina tres veces a la semana con sesiones cortas que a tener solamente dos sesiones largas por semana.
Muchos triatletas novatos sufrimos de estos problemas básicos, es por esta razón que es muy importante que centremos de inmediato nuestro entrenamiento en hacer las cosas de una manera correcta y superar los malos hábitos que puedan estar impidiendo un progreso como triatleta.
Fuente: Sinahí Rodriguez – entrenamiento.com
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